
El descubrimiento es desconcertante: personal de un laboratorio estadounidense de la NASA en la Antártida encuentran un objeto desconocido en el hielo. Cuando intentan examinarlo mientras todavía estaba congelado, se descongela a pesar de las bajas temperaturas. Es una cápsula de origen extraterrestre y comienza a transmitir señales. Bajo las instrucciones de Washington, un especialista en códigos y ufólogo vuela al Polo Sur, donde es capaz de descifrar con éxito la misteriosa señal. Pero incluso así, nadie es capaz de detener la catástrofe inminente. Los científicos deciden abrir la cápsula, liberando el contenido extraterrestre e infectando al equipo. Para el gobierno de los Estados Unidos, sus peores temores se confirman: la presencia de seres extraterrestres por sí solo es una amenaza mortal para la humanidad.