
Es un hecho que el avance de la tecnología ha alcanzado unos limites que se resume en equipos mucho más rápidos, más potentes y sobre todo más pequeños. Si hace una década una persona hubiera dicho que un futuro sería posible para un ser humano controlar un brazo robótico con solo el poder del pensamiento, lo más probable es que hubiera sido etiquetado como loco. Pero si a la tecnología le sumamos las habilidades psíquicas como la telepatía o la telequinesis tenemos como resultado el control de los objetos mediante la mente y la avanzada tecnología. Esto mismo es lo que científicos de la Universidad de California en San Diego están trabajando, “tatuajes” con un sistema flexible electrónico que cuando se aplica en la frente del usuario traducirá las ondas cerebrales en acciones, como si se tratara de volar en un avión no tripulado o hablar sin necesidad del habla ni de la escritura.