En una apartada zona del cementerio de la ciudad de Salt Lake City, en el estado de Utah, Estados Unidos, se encuentra una pequeña lápida que lleva una inusual inscripción que durante años ha despertado la curiosidad, rumores, especulaciones, incluso el miedo de todos sus residentes. Mientras que las demás lápidas están inscritas con inscripciones comunes como “excelente padre”, “esposo ejemplar” o “nunca te olvidaremos”, la lápida de Lilly E. Gray tiene inscrita una misteriosa y provocativa frase: “Víctima de la Bestia 666”.