Aquellos que tienen que convivir día a día con fantasmas, suelen asegurar que su vida es una auténtica pesadilla. A veces estas apariciones fantasmales son tan intensas que hacen los escépticos acaban siendo creyentes. Pero en otras ocasiones las entidades sobrenaturales en una casa se vuelven violentas y pueden acabar haciendo daño a algunos miembros de la familia. En estos casos extremos estaríamos hablando de entidades demoníacas o espíritus negativos que pueden manifestarse de forma terrorífica y dañina.