
Todos nos hemos encontrado en una situación donde hemos tenido la sensación de ser observados, seguido de un repentino escalofrío y que nos ha obligado a mirar detrás de nosotros para ver si alguien nos estaba mirando. En ocasiones tenemos razón pero en otras nos encontramos en una habitación a solas. Se trata de un fenómeno bastante común entre la población que plantea algunas preguntas: ¿somos capaces de detectar esto conscientemente? ¿Fue sólo simple casualidad?