
A principios de los años 80 la entonces floreciente ciudad de Pripyat (en la región ucraniana de Kiev) era presentada como modelo de la prosperidad de la extinta Unión Soviética ante el mundo, pero la tragedia de la central nuclear de Chernobyl la transformó de la noche a la mañana en una aterradora ciudad fantasma, quizá uno de los lugares más inquietantes que se pueden encontrar en la actualidad y de la que tuvieron que huir cerca de 50.000 personas huyendo de una nube radiactiva.