
Algunos científicos están convencidos de que hay un mundo completamente diferente al que nos enseñan en las escuelas, al que nos muestran los medios de comunicación, o al proclamado por la iglesia y por los gobiernos. La mayor parte de la humanidad vive en un trance hipnótico, un sueño colectivo en el que se invierten los valores, las mentiras se transforman en verdades, y la tiranía se acepta como garantía. La gente disfruta de su ignorancia y se aferran fuertemente a la miseria que les da identidad.