El 4 de septiembre de este año, la Madre Teresa pasará a ser santa Teresa. Esto no sorprende a nadie; fue beatificada en 2003, lo cual marca el camino claro hacia la canonización. Pero es lo último que necesitábamos. Ella no fue ninguna santa.
El sacerdote demonólogo José Antonio Fortea asegura que se viven los últimos tiempos del exorcismo, una práctica criticada tanto fuera como dentro de la Iglesia