
Desde que la NASA enviara el vehículo robótico Curiosity a Marte en agosto de 2012 les ha proporcionado sorprendentes datos sobre del clima y la geología del planeta rojo. Pero la exploración de la superficie del planeta alienígena también ha venido acompañada de nuevos y extraños objetos, como espinas de dinosaurios, luces misteriosas, una iguana e incluso rocas vivientes.