
Históricamente, los ángeles de la guarda han sido considerados seres etéreos que podemos sentir, que nos ayudan en los peores momentos y que velan por nosotros mientras nos ocupamos de nuestras actividades mundanas. Sin embargo, en la actualidad los ángeles se han convertido inherentemente en un fenómeno religioso, por lo que se asocia a los ángeles con la comunicación indirecta con Dios. Los vemos en las representaciones modernas, seres alados que se sientan en las nubes y tocando arpas. Pero por mucho que las religiones quieran adueñarse de su existencia, la realidad es que el concepto de “ángeles guardianes” ha existido desde los albores de la humanidad.