
En las últimas décadas nuestro curioso mundo parece encontrarse en una carrera contrarreloj por la tecnología. En el ámbito de los embarazos, lejos quedan aquellas simples ecografías que mostraban imágenes poco definidas de bebés en gestación. Ahora la exploración con ecografías tridimensionales han superado el tradicional examen hospitalario. Con la tecnología 4D, los futuros padres ya pueden ver todos los movimientos dentro del vientre de su bebé, como las expresiones faciales o sus pequeños dedos y pies en movimiento. Y lo más sorprendente, con las ecografías 4D se puede ver al feto bostezar, llorar, pestañear y realizar movimientos intrincados.