Es un dicho común decir que uno no puede estar en dos lugares al mismo tiempo, ¿pero esto es del todo cierto? A lo largo de la historia ha habido extrañas historias sobre misteriosos individuos que han hecho precisamente eso, de alguna manera han desafiado las leyes de la realidad y, literalmente, han estado en dos lugares al mismo tiempo. No hablamos del teletransporte o del fenómeno doppelgängers, de los cuales ya hemos escrito en Mundo Esotérico y Paranormal, sino más bien aquellas enigmáticas personas que han logrado de alguna manera divergir en dos formas físicas independientes de forma instantánea y al mismo tiempo estar realmente en dos lugares a la vez, un fenómeno que se conoce como “bilocación”.
Inexplicables y desconcertantes, y siempre sorprendentes, estos casos de personas están lejos de ser entendidos. La idea parece imposible cuando se consideran las reglas de la física y la materia que conocemos, sin embargo, las historias nos dicen todo lo contrario.
¿Qué es la bilocación?
El acto de lo que se conoce como la bilocación describe a una persona estando físicamente en dos lugares al mismo tiempo. Se diferencia de otros fenómenos similares, tales como viajes astrales, en el que la conciencia de una persona viaja fuera del cuerpo físico. El “bilocador” se describe típicamente como estar físicamente presente en ambos lugares, respirando, sudando, comiendo, bebiendo o interactuando con su entorno de una manera normal. La bilocación suele ocurrir al instante, mientras que con otros tipos de experiencias similares se tarda cierto tiempo en desplazarse de un lugar a otro.
Aunque la bilocación ha sido bien documentada en las culturas de todo el mundo desde tiempos inmemorables, algunos de los casos más sorprendentes están inextricablemente ligados a los santos y otras figuras religiosas. De hecho, la capacidad de la bilocación ha sido considerada por la Iglesia como un don divino, un poder otorgado a aquellos que han dedicado su vida a los demás. De hecho, la bilocación es frecuente en la historia de la iglesia católica. Es más, el Vaticano considera que es uno de los milagros básicos requeridos para la santidad. Y la realidad es que el Vaticano tiene innumerables informes sobre la bilocación, presenciados por varios testigos y corroboradas por personas no creyentes.
Casos religiosos
El fenómeno en lo que respecta a los santos se ha documentado desde hace siglos. Una de las primeras historias ocurrió a principios del siglo 13. San Antonio de Padua, un sacerdote y teólogo portugués, fue considerado como uno de los mejores médicos de la iglesia. También conocido como san Antonio de Lisboa, tenía una aparente capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo. Uno de los sucesos más conocidos y bien documentado de este fenómeno fue durante una misa el domingo de Pascua en la catedral de Montpellier. En ese momento había una gran congregación con clérigos que habían venido a ver a su sermón, pero en un momento dado San Antonio se dio cuenta de que se había olvidado de que prometió cantar en un coro en un monasterio cercano justo en ese mismo momento.
Delante de todos los presentes, se retiró con calma, cubrió su rostro con la capucha antes de permanecer en silencio e inmóvil. En ese preciso instante San Antonio apareció entre el coro del otro monasterio. Cuando terminó de cantar, su cuerpo inmóvil en la catedral de Montpellier de repente comenzó a moverse y continuó como si nada hubiera sucedido. San Antonio de Padua demostró su sorprendente capacidad con la bilocación. Aunque este es el suceso más importante en la vida del sacerdote portugués, hubo otros muy bien documentados. De hecho, es tal la gran cantidad de informes que un funcionario dijo una vez que “estas señales son difíciles de explicar sin cambiar la historia de la humanidad”.
Hay muchos otros casos de bilocación relacionados con santos. En el año 1500, el fraile italiano San Francisco de Paula exhibió con cierta frecuencia su capacidad. A veces, durante sus sermones era visto por sus ayudantes atendiendo simultáneamente las tareas del monasterio, e incluso dos de sus cuerpos cocinando al mismo tiempo.
También tenemos que mencionar el caso del misionero San Francisco Javier, un profesor navarro que impartió clases de filosofía en la Universidad de París, y quien viajó a destinos lejanos como Sri Lanka, India, Japón y Malasia durante la década de 1540. Durante estos viajes se dice que apareció simultáneamente en dos o incluso tres lugares a la vez (trilocación), hablando con los pueblos nativos a veces separados por miles de kilómetros entre sí. Al parecer esto era bastante común, hasta el punto de que fue visto como un fenómeno bastante habitual en él, por lo que ya no sorprendía a todos aquellos que le rodeaban.
Aunque muy posiblemente el caso más famoso de la historia es el de Alfonso María de Ligorio, un religioso italiano. Ocurrió en la mañana del 21 de septiembre de 1774, cuando después de dar misa en Arrezo de repente cayó de su silla y entró en un profundo trance en el que parecía estar perdido irremediablemente en una profundidad pensante, un estado que un testigo describió como “éxtasis prolongado”. En este trance no se movió ni dijo una palabra, no comía, y tampoco daba señales de consciencia. Nadie podía salir de la habitación, y él permaneció en este estado de aturdimiento durante el día y la noche. A la mañana siguiente, su estado no había cambiado, con su cuerpo en la misma posición, con sólo su respiración y los ojos parpadeando esporádicamente, siendo la única evidencia de que seguía vivo.
Días después se levantó, como si un hubiera pasado nada. Cuando los presentes le preguntaron qué le había pasado, Alfonso dijo que había estado cuidando al enfermo papa Clemente XIV, que se encontraba a 160 kilómetros de distancia de Roma. Y curiosamente, el Papa falleció en el preciso momento en que Alfonso salió de su estado de “trance”. El comunicado oficial de la Iglesia incluía una lista de los clérigos que había estado presente al lado del Papa en el momento de su muerte, y el Alfonso María de Ligorio era uno de ellos. Muchos testigos en Roma verificaron que Alfonso había estado allí entre ellos rezando y hablando. Hay un sinnúmero de otras historias de santos que supuestamente han tenido la capacidad de la bilocación, demasiados como para mencionarlos aquí.
Más allá de la religión
Pero aparte de la bilocación religiosa, también hay otros ilustres personajes que gozaron de esta capacidad. Una famosa figura histórica fue la de Vladímir Ilich Uliánov, alias Lenin, máximo dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922. El 19 de octubre de 1923, apenas tres meses antes de su muerte, Lenin estaba teniendo un momento difícil. En este día particular, un guardia del Kremlin escuchó una conversación telefónica bastante extraña entre un oficial de servicio y uno de los administradores de Lenin. El oficial de guardia quería saber por qué Lenin estaba en su oficina en el Kremlin rebuscando entre los papeles, y más extraño aun es que estaba totalmente solo y sin su habitual escolta. La respuesta por parte del administrador fue que era imposible que Lenin estuviera allí, ya que estaba en su casa, en silencio, paralizado parcialmente, y de hecho bastante enfermo.
Sin embargo, muchas personas en el Kremlin lo vieron claramente allí, y cuando terminó, dio un paseo por el patio. Dos de los guardias lo vieron caminando e incluso aseguraron que les saludó.
¿Cómo es posible?
La supuesta capacidad de bilocación se encuentra en una variedad de culturas fuera del mundo occidental o el cristianismo. Se ha documentado por los chamanes, así como en la brujería, paganismo, movimientos espiritualistas, en religiones como el hinduismo y el judaísmo, e incluso hay historias de este fenómeno que se remonta a la antigua Grecia. En cada una de estas culturas y religiones la bilocación tiene diferentes explicaciones.
Algunos lo ven como una extensión mística de uno mismo, una especie de tulpa, o forma de pensamiento, que se proyecta desde que una persona toma forma en el mundo físico, por lo que manifiesta una copia de sí mismo a través de la fuerza de voluntad y el pensamiento. Otros creen que es una separación del alma a través de un intenso entrenamiento mental y espiritual, un dominio de la energía interna de cada uno. En otras ideologías la bilocación es una manifestación de las fuerzas naturales que impregnan nuestro alrededor, que pueden ser aprovechadas y orientadas hacia tales capacidades. Para el cristianismo era simplemente una demostración del poder de Dios.
Pero tal vez hay grandes misterios del universo que desconocemos. La bilocación continúa siendo uno de estos grandes misterios, y probablemente lo seguirá siendo en un futuro. Por ahora, si alguien te dice que no puede estar en dos lugares a la vez, recuerda que es posible, solo es cuestión de creer.
Fuente:http://www.mundoesotericoparanormal.com
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