En enero de este año se cumplieron 14 años desde que la sonda Pioneer 10, de la NASA, lograra transmitir la última señal, por cierto muy débil, a la Tierra. Lanzada en 1972, se trata del primer dispositivo humano que logró atravesar exitosamente el cinturón de asteroides y llegar hasta Júpiter, principal meta de su misión.
A mediados de 1983, instauró un nuevo hito, al erigirse como la primera sonda de fabricación humana capaz de atravesar la órbita de Neptuno, considerado el planea más alejado del Sol. Sin embargo, desde 1997, cuando la Tierra recibió una débil señal de Pioneer 10, ya no fue posible contactar con la sonda, que permanece desaparecida y viaja con rumbo a la estrella Aldebarán, en la constelación de Tauro, a donde debería llegar dentro de 1.690.000 años.
Pioneer 10 no sólo representa un elemento de estudio del espacio profundo, sino también una especie de mensaje en una botella, aunque interestelar: está equipada con una placa de aluminio anodizado en oro, inscrita con un mensaje destinado a cualquier civilización extraterrestre que pudiera interceptarla. Se trata de información acerca de la especie humana y el lugar desde donde procede la sonda, es decir, el planeta Tierra.
La placa fue diseñada por el astrónomo y divulgador científico estadounidense Carl Sagan, en colaboración con el astrónomo Frank Drake, atentos a la posibilidad de contactar con alguna raza alienígena. La hipótesis que sostiene que la vida en la Tierra podría haber sido sembrada por alienígenas ancestrales, es un marco de referencia para el mensaje que lleva a bordo la emblemática Pioneer 10, hoy desaparecida en el espacio interestelar.
Fuente:http://pe.tuhistory.com
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