En la actualidad estamos sometidos en una gran crisis mundial, muchas personas están siendo víctimas de la escasez y la pobreza. Pero lo peor es que las previsiones socio-económicas son muchos peores de lo esperado. Todos estos datos dan como resultado un estado anímico y psicológico a nivel social muy depresivo, en resumen, un callejón sin salida. En esta desesperación, algunas personas ven como única salida “el pacto con el diablo”. Esta idea que puede parecer absurda o descabellada, pero ya se está realizando como práctica habitual en algunos países del mundo. Y tú, ¿serías capaz de pactar con el diablo si esto te permitiera asegurar tu bienestar y el de los tuyos en un mundo que no ofrece futuro?
Para empezar, un pacto es un acuerdo arreglado que se utiliza ya sea como negocio o para asegurar que los términos que se acuerden. Un pacto con el diablo es un acuerdo con “el Mal”, en forma del diablo, con la intención paradójica de lograr un bien superior que está contrariamente obstruido. La naturaleza de un acuerdo contiene ciertos riesgos, por lo que existen preguntas que tiene que hacer la persona ante el acuerdo negociado con el diablo: ¿la persona puede evitar ser atrapada o dañada; el acuerdo beneficia al diablo?
Hay que tener en cuenta que un pacto con el diablo es algo muy peligroso, porque se dice que lo único que el diablo desea de la persona es el alma, y hará cualquier cosa para conseguirlo: desde mentir, engañar, hasta estafar. Muchas personas piensan que una vez has tratado con el diablo, te conviertes en corrupto y malvado, así como arruinar “todo lo bueno” que se propuso hacer una vez.
Un pacto con el diablo es un ingrediente esencial en la leyenda de Fausto. No hay mayor apuesta o riesgo que el de la propia alma. La arrogancia de Fausto era que podía controlar el diablo, pero la naturaleza humana es tal que ningún hombre puede resistirse a ser corrompido por el diablo o por los poderes que se les otorga, e invariablemente sucumbir. Esta inevitabilidad se plantea a menudo en las discusiones acerca de la tecnología, y refleja una ansiedad social acerca de la tecnología. Incluso los expertos advierten, que si uno tiene éxito, el resultado puede ser la eterna condenación.
Pactos con el diablo a lo largo de la historia
La idea de un pacto con el diablo es anterior a Fausto. Una de las primeras referencias históricas comunes la podemos encontrar en siglo VI por Teófilo el Penitente, un clérigo que firmó un pacto con el diablo con su propia sangre, y renunció a sus creencias cristianas para que el diablo le otorgase el “regalo” para que fuera nombrado obispo. Otro famoso pacto fue el del padre Urbain Grandier a principios del siglo XVII, cincuenta años después de la época de las primeras historias de Fausto (unas pocas décadas después de la obra de Marlowe), cuando la caza de brujas estaba en su máximo apogeo en Francia. Aunque muchos expertos creen que su pacto fue una manipulación hecha por sus acusadores, la Inquisición.
Alrededor del siglo XVI, mucha gente tenía un miedo literal al diablo, basándose al menos en la incertidumbre, y hay que tener en cuenta que era natural para algunos imaginar que otra persona con una habilidad especial podría haber obtenido su habilidad de un pacto con el diablo. Pero habían ciertos caso que escapaban a toda lógica, ¿cómo explicar que Johannes Gutenberg en el siglo XV escribió un libro tras otro, cada página con las mismas letras, cada página exactamente igual que las demás, sin necesidad de contratar escribas? La respuesta es sencilla, había pactado con el diablo, quien hizo todo el trabajo en una noche.
Una persona puede hacer un pacto con el diablo?
Cuando uno hace un pacto de este tipo, se espera que aparezca alguien, pero realmente es uno mismo quien tiene que escribir los términos. Todo esto es bastante desalentador para la persona que espera que suceda algo especial. Sin embargo, aun así, si se puede invocar al diablo, pero no es necesario. Los expertos afirman que el alma puede arrepentirse en cualquier momento con un simple acto de voluntad. Con el arrepentimiento, el resultado es el pacto nulo, independientemente de las condiciones del contrato.
Pero hay que tener en cuenta, que otros muchos expertos afirman que el diablo no puede dar el éxito en los negocios o en nuestra profesión. Esto puede ser debido a que el éxito en un negocio o una profesión depende de una cadena de muchas causas y factores. Entonces, el diablo sólo podría tentar, por ejemplo, podría hacer que un jefe elegirá a un empleado en lugar de otro. Pero la tentación puede ser superada y, como resultado, ni siquiera una cosa tan simple como un pacto con el diablo es seguro.
Se cree que el mundo de la fama también esta envuelta en pactos que van mucho más allá de cualquier lógica. Es cierto que la existencia del diablo no se ha podido demostrar, pero los historiadores tampoco han podido dar respuesta a la gran cantidad de casos que han tenido lugar a lo largo de la historia y que parecen indicar que han sido ayudados por una mano desconocida. Cualquier persona tiene que saber que es lo correcto para sus vidas, y como hemos empezado diciendo este artículo lo finalizamos: ¿serías capaz de pactar con el diablo si esto te permitiera asegurar tu bienestar y el de los tuyos en un mundo que no ofrece futuro?
Fuente:http://www.mundoesotericoparanormal.com/
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