Un equipo de arqueólogos trabaja en las obras de restauración del lugar donde fue enterrado Jesucristo, según la tradición cristiana.
El equipo de arqueólogos de la Universidad Politécnica de Atenas, responsable de la restauración del interior de la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, está trabajando para evitar que la deteriorada tumba de Cristo se convierta en una "montaña de arena", según explicó Antonia Maropoulou, directora científica del proyecto, a la agencia 'EFE'.
Los expertos han hecho un estudio del subsuelo, los corredores, canales y túneles del Santo Sepulcro al detectar grandes filtraciones de humedad y un aumento freático que estaba amenazando las paredes del Edículo, la construcción erigida para proteger el lugar donde, según la tradición cristiana, fue enterrado Jesucristo tras ser crucificado.
Trabajos de restauración en el Edículo que rodea la tumba en la que, según la tradición cristiana, fue enterrado Jesucristo tras ser crucificadoTrabajos de restauración en el Edículo que rodea la tumba en la que, según la tradición cristiana, fue enterrado Jesucristo tras ser crucificadoAHMAD GHARABLIAFP
Según la profesora, esta reparación "era urgente", ya que en unas décadas amenazaba con convertir la tumba de Cristo en "una montaña de arena". "Los resultados han sido muy buenos y estamos en la fase de instalar las juntas de titanio (utilizadas también en la Acrópolis) para reajustar las piedras de la cueva y fijarlas al templete que lo protege", explicó.
No obstante, las restauraciones del Edículo se prolongarán hasta la primavera de 2017. En un primer momento, los científicos retiraron los mármoles para limpiarlos y repararlos en la planta alta de la iglesias para, luego, reforzar los muros.
Fue durante esta fase, donde los expertos pudieron asistir a un momento histórico: el revestimiento de mármol que cubría la tumba de Cristo era retirado por primera vez en siglos. La losa había sido instalada en 1555 por Bonifacio de Ragusa, uno de los más importantes custodios franciscanos, para proteger la reliquia del fervor de los peregrinos, quienes en ocasiones causaban destrozos en la capilla.
En 2015, el patriarca de Jerusalén, con el consentimiento de los líderes de dos otras comunidades religiosas, ofreció la oportunidad de estudiar la capilla a la Universidad Técnica Nacional de Atenas. El presupuesto de los trabajos supera los 4.000 millones de dólares, una cantidad que han aportado varios donantes, entre ellos el rey de Jordania, Abdalá II.
Fuente:https://actualidad.rt.com
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