Corría el verano de 1944, cuando Estados Unidos puso en marcha uno de los más inverosímiles, aunque exitosos, planes de engaño militar: un "ejército fantasma", que ayudó a disimular la magnitud y estrategia de las fuerzas aliadas.
La Compañía número 23 de Tropas Especiales estuvo conformada por más de mil hombres, entre artistas, técnicos de sonido, actores y diseñadores, que supieron manejar con maestría un conjunto de tanques y equipamiento militar inflable. Su misión principal fue desinformar al enemigo y generar ilusiones en el campo de batalla.
El batallón manejó a la perfección el arte del engaño, aunque en ocasiones se aproximó peligrosamente al verdadero frente de batalla, especialmente en Francia, Bélgica, Luxemburgo y Alemania.
A través de más de 20 operaciones exitosas, la compañía de artistas no sólo confundió a las tropas nazis, manteniendo en secreto los movimientos reales de los aliados, sino que también logró convencer a los alemanes de que un batallón de 30 mil hombres avanzaba hacia el frente.
El ardid estuvo compuesto por tanques, vehículos todoterreno y artillería inflables, de utilería, así como camiones equipados con poderosos sistemas de audio, que reproducían el sonido de divisiones blindadas. Además, artistas que se hicieron pasar por soldados, difundieron falsas historias sobre incursiones exitosas en el frente de batalla, a tal punto que hasta los espías cayeron en la trampa.
Fuente:http://pe.tuhistory.com/
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