El frenesí desatado por un conjunto de supuestos ovnis, divisados durante la última semana, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, no tuvo nada que ver con el desembarco de seres extraterrestres. En cambio, obedeció a un fenómeno atmosférico completamente natural, según explicó un equipo de expertos meteorólogos.
Es que el aspecto aplanado, es cierto, muy similar a un platillo volador, puede confundir a cualquier desprevenido que no esté al tanto de las llamadas 'nubes lenticulares', es decir, cúmulos nubosos que se forman cuando los vientos fuertes y húmedos sobrevuelan terrenos accidentados, como montañas y colinas.
Este tipo de nube es responsable de numerosos falsos avistamientos de ovnis a lo largo y ancho del mundo, especialmente por parte de los turistas que, a diferencia de los residentes locales, no suelen ver estas formaciones en el firmamento.
Es lo que sucedió esta última semana en Ciudad del Cabo, una geografía rodeada por accidentes montañosos, como la afamada montaña de la Mesa, que supera los mil metros de altura. Entonces, cuando las elevaciones hacen que el viento se enfríe y condense, surgen nubes en forma de disco, perpendicularmente a la dirección del flujo aéreo, según precisó un equipo de meteorólogos.
Fuente: http://pe.tuhistory.com/
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