
La pérdida de un hijo es un dolor imposible de alcanzar a menos que lo hayas sufrido de primera mano. En algunas ocasiones, cuando sabemos que alguien está experimentando ese dolor, nuestro malestar nos impide acercarnos a él. Dicen que nadie está preparado para la muerte de un hijo. Sin embargo, aunque parezca increíble, hay algo mucho peor, que el espíritu de un niño se quede atrapado en nuestra realidad. Todos los expertos en lo paranormal aseguran que mientras que todo el mundo merece “pasar al otro lado” para liberarse de cualquier carga que puedan haber tenido, los niños no tendrían que permanecer ni un solo minuto entre nosotros después de fallecer.